viernes, 28 de noviembre de 2008
Inventa una historia cada despertar
No es necesario saber su camino, ni conocer cada linea humedecida sobre tu rostro, sino cuánto dura el instante en el que miro tus ojos mientras las lágrimas tintinean haciendo brillar tus pupilas en un temblor similar al de tus piernas cuando senties miedo al borde del precipicio. Escucha tu respiración cuando estás a punto de caer, porque esa mano que enjuga tus lágrimas, será la misma que te rodee y te impida caer
sábado, 22 de noviembre de 2008
La dulzura de la tinta
Tus dedos, nerviosos, sujetan la pluma que tantas veces antes canalizaba tus ideas, plasmándolas en la blanca superficie de una historia que comienza. Comienza con el primer suspiro de necesidad. La necesidad de expresar cuanto recorre el aire en una inspiración mientras duermes. Lenta, suave, imprescindible como la angustia que no te deja sonreír.
Golpeas con los puños el apoyo que sustenta la tinta en forma de palabras negras sobre un claro fondo. Una lágrima de desazón inunda tus ojos y escapa de ellos cuando los cierras para olvidarte de todo. Encuentra su sitio sobre la palabra “dolor”, escrita en uno de los arrugados folios que reposan sobre la mesa. Aguada queda así la dulzura de la tinta que inunda una palabra tan amarga.
El empeño por no soltar aquella cuerda que te une a la inspiración de forma tan efímera te ciega y te impide avanzar. Descansa, piensa que tal vez ha de ser tu corazón el que se encoja por dentro y tiemble cuando tus sentimientos le colapsen de tal forma que el único modo de ser apaciguados es sujetar aquella pluma con decisión enloquecida. Las palabras brotarán entonces de ella con una fluidez que habías olvidado.
Entonces, sólo entonces, se apaciguaran esas ansias de dibujar con palabras un sentir desconocido.
Carrera hacia el horizonte
El sol rodeaba aquel ambiente perfecto, incidiendo sobre nuestros cuerpos, cálidamente. El suave viento mecía las flores de los almendros que salpicaban de preciosas tonalidades aquel paraje.
Sentir su mano acariciando la mía mientras caminábamos, me hacía sentir tan segura, tan feliz...la confianza que brota casi azorándose al darse cuenta de cuán necesaria es en nuestras vidas.
Pudieron pasar años o tan solo segundos, pero aquellos instantes pasaban a formar parte de un dulce conjunto de recuerdos en mi memoria. Hubiera dado todo cuanto tenía por asegurarme una vida a su lado, aquella vida que prometía el brillo de sus ojos, con una pizca de descaro cada vez que nuestras miradas se cruzaban.
Camino de la felicidad, con toques de cariño. Deseo de mortales por la eternidad de aquel sueño. Carrera hacia el horizonte. Temido, orgulloso, deseado...
Si mi pulso no temblase y corazón no se encogiera al recordar aquel momento, hubiera temido por no tener nada de lo que me hacía sentir viva. Si esos labios no me hubieran colmado de promesas silenciosas mientras rozaban los míos, mis ojos continuarían empañados de lágrimas.
Te amo, pero nunca será demasiado
domingo, 16 de noviembre de 2008
Porque es dificil de explicar...
Entonces le doy vueltas y me propongo: "Poesía, letras, textos expresivos". Y solo consigo que el nudo del estomago que siento al estar lejos deti se acreciente y sea más doloroso. No puedo expresar todo lo que siento, pero al escribirlo mi mente se llena de los detalles más perfectos.
En un arranque casi desesperado por encontrar la manera susurro: "Música, melodias que le hagan vibrar el corazón". Pero no significan nada si no estoy acariciando esa piel que me hace sentir viva.
Finalmente concluyo, no abatida, sino esperanzada: "No hay otra manera de explicarte lo que siento más que regalándote mi propio sentir"
Te adoro
Papel suave como la seda
Aunque solo fuera una caricia, yo la convertiria en un poema susurrado al oído, un texto en papel de seda, una suave gota que se escapa del Nilo.
Aunque no pudiera pensar en nada más, renunciaria al resto, a lo conocido, a lo escrito. Pues cada minuto que vivo lo vivo para y contigo.